Ciencia y tecnología

¿Qué es y qué no es un dinosaurio?

Mucha gente llama erróneamente como “dinosaurios voladores y acuáticos” a los reptiles voladores y marinos. A pesar de que también son reptiles, no se les clasifican como dinosaurios, ¿Qué es y qué no es un dinosaurio?

Los dinosaurios han sido el emblema de la paleontología, también han estimulado la imaginación humana desde los primeros fósiles que se descubrieron siendo las atracciones principales de muchos museos y volviéndose populares en libros, figuras, películas y documentales. Asimismo, sus diversas formas y tamaños han captado la fascinación y el interés de una gran parte del público.

Esto último ha permitido la financiación de investigaciones científicas de estos lagartos que dominaron la Tierra durante 135 millones de años.

Sin embargo, varias criaturas prehistóricas que vivieron millones de años antes o incluso convivieron con los dinosaurios no están emparentados entre sí. Pues, a pesar de que también son reptiles (o tuvieran parentescos), no se les clasifican taxonómicamente como dinosaurios.

¿Qué es un dinosaurio?

El término “dinosaurio” fue creado en 1842 por Sir Richard Owen, y es la combinación del griego deinós (terrible) y sauros (lagarto)-hoy en día, el nombre “lagarto” ha sido reemplazado por “reptil”-, y en la parte científica, dinosaurio es una categorización taxonómica. Pues son grupos específicos de saurópsidos diápsidos y arcosaurios, siendo las aves y los cocodrilos los únicos representantes vivos de este conjunto.

Vale la pena aclarar que los saurópsidos son un clan de vertebrados al cual pertenecen una gran parte de reptiles y todas las aves, desde la gallina hasta el avestruz. Aunado a esto, los dinosaurios pertenecen al grupo de los amniotas, quienes son vertebrados cuyos embriones desarrollan cuatro envolturas: el corion, el alantoides, el amnios y el saco vitelino.

Cabe mencionar que los dinosaurios vivieron durante el Mesozoico, una era que abarcó tres importantes periodos: Triásico, Jurásico y Cretácico. Este último terminó hace 65 millones de años con la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno, la cual pudo haber sido provocada tras el impacto de un asteroide en la Península de Yucatán, México. Evento que erradicó al 50% de los géneros que habitaban en el planeta.

Tres hechos que determinan si una especie sea o no un dinosaurio no son las apariencias físicas, sino la anatomía. Ya que Sir Richard explicó que lo que los distinguía y unía como grupo eran, de manera directa, sus extremidades. Estas mostraban habilidades para la locomoción bastante parecidas a las de los mamíferos, además de que sus miembros tenían una postura erguida y la determinada composición de la pelvis que les facilitaba la movilidad.

Por ende, especímenes como Allosaurus, Apatosaurus, Brachiosaurus, Baryonyx, Ceratosaurus, Dreadnoughtus, Edmontosaurus, Gorgosaurus, Iguanodon, Maiasaura, Parasaurolophus, Spinosaurus, Tyrannosaurus y Triceratops sí se les consideran dinosaurios por sus extremidades que se encontraban en una posición inferior, permitiéndoles una movilidad relativamente fácil.

 

La segunda característica que distingue a los dinosaurios es que todos eran exclusivamente terrestres.

El tercer aspecto distinguible a simple vista es el cráneo. Recordemos que los dinosaurios fueron diápsidos, o sea, que sus cráneos presentaban dos fosas temporales las cuales son dos orificios que se ubican por detrás de las cavidades oculares donde se encontraban las sienes.

Ahora, ¿qué NO es un dinosaurio?

Hace 541 millones de años, en la era Paleozoica (que abarcó los periodos Cámbrico, Ordovícico, Silúrico, Devónico, Carbonífero y Pérmico) existieron seres que se abrieron camino en la Tierra muchísimo tiempo antes de la aparición de los primeros dinosaurios. Algunos de estos animales se parecían bastante a ellos y también eran amniotas, pero taxonómica y anatómicamente hablando, no lo eran en realidad.

Durante finales del periodo Carbonífero y buena parte del Pérmico se hicieron presentes los reptiles ápsidos pelicosaurios. Quienes, a diferencia de los dinosaurios, solo tenían una sola fosa temporal en el cráneo y sus extremidades no estaban erguidas, sino en posiciones laterales como las de los cocodrilos, tortugas, iguanas, geckos, lagartijas y varanos.

Otro aspecto para resaltar es, que los sinápsidos son conocidos como “reptiles mamiferoides”. Pues varias de sus características anatómicas son más parecidas a las de los mamíferos que a los reptiles.

En pocas palabras, los sinápsidos fueron los ancestros de los primeros mamíferos.

De ejemplo podemos tomar a Dimetrodon limbatus, cuya enorme vela dorsal que pudo servirle para la termorregulación es similar a la que tenía Spinosaurus aegyptiacus. Sin embargo, sus extremidades ubicadas a los costados y su orden filogenético muestran que se encuentra en el clado que dio origen a los mamíferos y no el que se encontraron los dinosaurios.

 

Los erróneamente llamados «dinosaurios voladores y marinos»

A pesar de que especies voladoras como Pteranodon y Darwinopterus, y ejemplares marinos como Mosasaurus fueron reptiles y convivieron con los dinosaurios, tampoco se les clasifica dentro del mismo grupo.

Estos tipos de reptiles tenían sus miembros (alas membranosas para conquistar el cielo y aletas para nadar hábilmente en el océano) en los costados. Además, los pterosaurios eran mayormente aéreos y los mosasaurios, ictiosaurios y plesiosaurios vivían exclusivamente en el mar.

Es sorprendente que los fósiles puedan proveer información sobre la evolución de la vida en el planeta, y quizás algún día, el ser humano haya clasificado a todo tipo de especies que alguna vez dominaron la tierra, el cielo y el mar.

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