Ciencia y tecnología

Científicos hallaron la primera prueba de la existencia de una fosa lunar

Científicos hallaron la primera prueba de la existencia de una fosa lunar, que podría servir como refugio a los astronautas.

Con al menos 100 metros de profundidad, dicen que podría ser un lugar ideal para que los humanos construyan una base permanente.
Según los investigadores, es sólo una entre probablemente cientos de cuevas escondidas en “un mundo subterráneo por descubrir”.
Para establecer presencia humana a largo plazo en la Luna se necesita proteger a los astronautas de la radiación, las temperaturas extremas y el clima espacial.  Se ubica a más de 370 kilómetros al noreste del primer sitio de aterrizaje humano en la Luna, en el llamado Mar de la Tranquilidad. Hasta el momento se desconoce la extensión total de la cueva, pero podría extenderse por millas debajo del mar.

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La radiación cósmica y solar puede ser hasta 150 veces más potente en la superficie lunar que la que experimentamos en la Tierra y existe una amenaza constante de impacto de meteoritos. Estas condiciones impulsan la necesidad de encontrar sitios seguros para la construcción de infraestructura que puedan soportar una exploración sostenida. Cuevas como esta ofrecen una solución a ese problema.

«Hace más de 50 años que se teoriza sobre estas cuevas, pero es la primera vez que demostramos su existencia», explicó Lorenzo Bruzzone, profesor de la universidad de Trento.

Bruzzone también mencionó que  «En 2010, como parte de la misión LRO en curso de la NASA, el instrumento de radiofrecuencia en miniatura (Mini-RF) adquirió datos que incluían un pozo en Mare Tranquilitatis.

«Años más tarde, hemos vuelto a analizar estos datos con complejas técnicas de procesamiento de señales que hemos desarrollado recientemente y hemos descubierto reflejos de radar en el área del pozo que se explican mejor por un conducto de cueva subterránea. Este descubrimiento proporciona la primera evidencia directa de un tubo de lava bajo la superficie de la luna.»

«Gracias al análisis de los datos pudimos crear un modelo de una parte del conducto», continúa Leonardo Carrer, investigador de la Universidad de Trento. «La explicación más probable para nuestras observaciones es un tubo de lava vacío».

La mayor parte de las fosas parecen estar ubicadas en las antiguas planicies de lava de la Luna, según los científicos. También podría haber algunas en el polo sur del satélite, donde la NASA planea efectuar alunizajes tripulados en los próximos años. Se cree que los cráteres allí contienen agua congelada que podría proporcionar agua potable y combustible para cohetes.

 

 

 

 

 

 

 

 

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