El Impacto de los Estereotipos de Belleza y las Redes Sociales

Los estereotipos de belleza y los cánones establecidos por nuestra sociedad han logrado llevarnos a desarrollar ciertas obsesiones con nuestro cuerpo que a lo largo del tiempo logran perjudicarnos tanto a nivel emocional como físico, o en algunos casos, favorecer trastornos en la conducta alimentaria. 

¿Cómo las redes sociales han potenciado los estereotipos de belleza?

Actualmente, las redes sociales tienen un gran impacto en cómo las personas perciben el cuerpo humano y si este es saludable o no; por lo que ha generado numerosos problemas, ya que crean obsesiones basadas en nuevos estándares de belleza impuestos por la sociedad, influenciados por las industrias de belleza y salud.

Estas plataformas también han comenzado a incentivar a las personas a hacer ejercicio, pero sus objetivos pueden ser perjudiciales. Al promover ciertos estereotipos de belleza, apoyan la producción y venta en las industrias de belleza y salud, estableciendo estándares inalcanzables para el consumo continuo.

Esto lleva a que las personas se ejerciten con la intención de cambiar su apariencia, desviando el propósito principal del ejercicio, que es mantener una buena salud para el correcto funcionamiento del cuerpo.

Los medios de comunicación y las redes sociales pueden considerarse un factor determinante en la percepción de una imagen corporal saludable. Hoy, las redes sociales ejercen una gran influencia, mayormente sobre los adolescentes. Estas generaciones basan sus vidas bajo la constante mirada de un público virtual, lo que significa que cada aspecto de su apariencia y comportamiento puede volverse dependiente al ser  observado y juzgado por otros.

Un factor importante son las redes sociales.

Mostrarse en internet ofrece a estas personas sensaciones de aceptación dentro de su comunidad virtual. Por ejemplo, recibir «likes» o comentarios positivos en una publicación puede generar una gran satisfacción y un sentido de pertenencia. Sin embargo, es crucial entender que esta búsqueda de validación puede incorporar estándares de belleza poco realistas.

Aunque las redes sociales no son la causa directa de la distorsión corporal, crean un ambiente propicio donde los estereotipos se desarrollan y se convierten en metas casi inalcanzables, ya que las imágenes editadas y los cuerpos perfectos que se muestran constantemente pueden establecer expectativas irreales.

Por ejemplo, una adolescente que ve fotos de influencers con cuerpos tonificados y piel perfecta puede sentir presión para alcanzar esos mismos estándares, a pesar de que esas imágenes constantemente  están retocadas digitalmente.

Influencia de las Redes Sociales en la Salud Mental de los Adolescentes

La adolescencia es el periodo de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y los 19 años. Esta fase de crecimiento y desarrollo viene acompañada por diversos procesos biológicos  de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Como se mencionó anteriormente, las redes sociales se crearon como una herramienta para mejorar la comunicación y mantenernos informados en tiempo real. No obstante, en los últimos años han tenido un impacto tanto positivo como negativo en quienes las utilizan, siendo los adolescentes los más vulnerables.

Este es un periodo de cambio en el que están construyendo su propia identidad, y las redes sociales les sirven como una plataforma para expresar sus ideas y sentimientos, además de conocer los de otras personas, pero también funcionan para generar sus estándares de belleza.

Pasar tiempo frente a dispositivos con acceso a internet, influye considerablemente en el estilo de vida. Por ello, se recomienda una mayor supervisión por parte de los adultos y de los promotores de salud. Intervenir en esta etapa es crucial, ya que los adolescentes enfrentan diversos desafíos personales y sociales, siendo vulnerables a tomar decisiones arriesgadas, como desarrollar hábitos poco saludables que pueden ser peligrosos para su bienestar físico y emocional. 

Según la información tomada del sol de México, puedo mencionar que los adolescentes de 15-17 años pasan un promedio de ocho horas y media frente a las pantallas por día, así como los preadolescentes de 8-12 años, alrededor de cinco horas y media diariamente.

Es importante destacar que la influencia de las redes sociales  puede disminuir con una mayor educación sobre el uso correcto de estos medios y  la aceptación del propio cuerpo, al fomentar una visión saludable y realista de la belleza, sin dejarse guiar por dichos estereotipos. 

Trastornos alimenticios y redes sociales

La percepción de nuestra propia belleza y si cumplimos con los estándares de belleza establecidos por la sociedad, influye significativamente en nuestra autoestima y satisfacción personal.

Nuestro estado de ánimo puede verse afectado por cómo nos valoramos, lo que creemos que piensan los demás de nosotros y cómo nos gustaría ser. Nuestra imagen personal se compone de nuestra percepción interna (cómo nos sentimos por dentro), nuestra apariencia externa (cómo nos vemos por fuera) y nuestra imagen ideal (cómo nos gustaría vernos).

En los últimos años, las redes sociales han generado una creciente preocupación por la apariencia física, ya que juegan un papel crucial en la definición de belleza y salud. Estas plataformas imponen expectativas cada vez más altas y exigentes, lo que ha llevado a una obsesión por el peso, la musculatura y la tonificación en los adolescentes. 

De acuerdo con los datos de statistica, México ocupa el 12.1% en el  Ranking de los países con más adolescentes con trastornos mentales en América latina y el Caribe en el año 2019. Asimismo la preocupación por la salud mental aumenta en América Latina, destacando que Chile es el  porcentaje más alto de la región en cuanto a la preocupación por la salud mental 62%), y si bien hubo un aumento general en todos los países, siendo México el porcentaje más bajo (15%).

En la imagen anterior, se muestra la evolución del porcentaje de personas que consideran como problema principal  la  salud mental en América Latina. 

Por otra parte, la mayoría de las imágenes que se comparten en redes sociales están retocadas y editadas, lo que ha llevado a que los usuarios de estas plataformas busquen alcanzar esa perfección para ser considerados saludables. 

Según un estudio de Case24, hoy, el 81% de los usuarios de Instagram retoca sus fotos antes de subirlas a su cuenta. A

También, un artículo de la vanguardia llamado “Belleza falsa la cuenta de Instagram que destapa las mentiras de las fotos de famosos en redes sociales”, revela un 91,6% en presencia de maquillaje en las fotografías.

La frustración que experimentamos al no cumplir con una valoración positiva de nuestra imagen personal y al darle más importancia a lo físico que a otras cualidades que nos completan, puede llevarnos a sentirnos resignados y enfrentar el día a día con esa carga emocional.

No solo pueden surgir problemáticas que nos acerquen y nos lleven a los trastornos de la conducta alimentaria. Los complejos pueden guiar nuestra vida y sesgar nuestras experiencias condicionados a la manera en la que nos enfrentamos y disfrutamos de las cosas.

Es así como Tania Lorena Gualdron Castañeda, menciona ¨la presión ejercida por medios de comunicación sobre la mujer para cumplir los estereotipos de belleza, llevándolas a querer estar a la a la vanguardia; como consecuencia de ello, encontramos la afectación al cuerpo por realizarse procedimientos como la anorexia y bulimia, asociadas a estereotipos de belleza en mujeres adolescentes de 13 a 17 años de edad ¨.

Igualmente procedimientos quirúrgicos que ponen en riesgo su cuerpo y su vida, generando asimismo malestares a nivel mental. Sin embargo, a otras mujeres estas cirugías les han ayudado a superar miedos y sentirse más seguras de sí mismas.

La Actividad física

Se considera actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que requiera un gasto de energía de acuerdo con la OMS. Esto incluye tanto el comportamiento cotidiano y voluntario de cada individuo, como la actividad física laboral, doméstica o de práctica específica en el tiempo libre.

La actividad física puede estar relacionada con otras actividades recreativas y contribuir a mejorar la calidad de vida de la sociedad y de los individuos, ya que es un elemento clave para prevenir enfermedades y reducir el desarrollo de otras. 

Puede ser el resultado de la práctica de un deporte o de una actividad constante, con el objetivo de mantener un estado de salud óptimo y mejorar la capacidad física. Sin embargo, se advierten que el exceso de actividad física puede ser el resultado de crisis o estrés, y recomiendan no exceder los 40 minutos de actividad física moderada. Del mismo modo, el sedentarismo prolongado puede promover la aparición de enfermedades y la pérdida de masa corporal.

Según la información presentada por la OMS (Organización Mundial de la Salud ) en el año 2019, es recomendable que los niños y adolescentes de 5 a 17 años deben dedicar al menos 60 minutos diarios a actividades físicas moderadas a intensas, principalmente aeróbicas, a lo largo de la semana. Por otra parte, también se deben incluir actividades aeróbicas, así como ejercicios que ayuden a fortalecer los músculos y  huesos, al menos tres días a la semana.

Además, se les recomienda limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias, especialmente el mismo tiempo de ocio frente a pantallas.

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Así como los adultos mayores de 18 años, deben realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos por semana, o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos por semana, o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas.

Siendo importante de igual manera, realizar actividades de fortalecimiento muscular moderadas o intensas que trabajen todos los grupos musculares. Se les recomienda limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias.

De acuerdo a toda la información recopilada, puedo concluir que los estereotipos de belleza impuestos por la sociedad y potenciados por las redes sociales pueden tener efectos negativos en la salud mental y la conducta alimentaria, especialmente en niños, adolescentes y adultos jóvenes.

La presión por cumplir con estos estándares de belleza puede llevar a obsesiones con la imagen corporal y a desarrollar trastornos alimentarios.

Es crucial promover una visión saludable y realista de la belleza, fomentando la aceptación del propio cuerpo y evitando comparaciones con imágenes retocadas en redes sociales. Además, se debe educar sobre la importancia de la actividad física para mantener una vida saludable, siguiendo las recomendaciones de la OMS para niños, adolescentes y adultos.