Cultura

Carolina Hernández: dificultades en el periodismo contemporáneo

Conocida por su trayectoria como periodista y escritora, quien a lo largo de los años ha atravesado distintos retos, durante la entrevista a Carolina Hernández nos comparte su punto de vista sobre su trayectoria y las dificultades que ha pasado debido a la profesión que ama.

Primeramente, Carol, como le gusta que le llamen, comenzó trabajando en Grupo Reforma en Guadalajara e inició su carrera periodística dentro de los deportes. Posteriormente, la periodista regresó a Culiacán, su ciudad natal, en donde cubría noticias locales repletas de violencia en un municipio llamado Navolato.

Después, Carol llegó a Ciudad de México para trabajar en récord, nuevamente en deportes. No estuvo mucho tiempo fuera del peligro, ya que fue a Nuevo Laredo, una vez más a cubrir noticias locales. Tras haber estado cerca del crimen organizado en Tamaulipas, regresó a Ciudad de México y decidió irse a Reynosa, para llegar al lugar en donde actualmente reside, Monterrey.

 

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En la capital de Nuevo León, trabajó en el periódico local ABC, Reporte Índigo y Código Magenta. Desde la pandemia, Carol se ha desenvuelto en el periodismo dentro de las redes sociales. Su primera columna editorial fue “¡Yo qué voy a saber!”, en Código Magenta. Posteriormente, su trabajo llegó a Ruido en la Red, con la misma columna, pero llamada “Nadie me preguntó”.

Asimismo, cuenta con una editorial en Latinus, la cual considera un espacio “mucho más político”. También, Carol disfruta mucho participando en dos podcasts, “Herejes”, el cual define como “un podcast de tres hombres blancos, héteros, cisgénero, a los que aparentemente busco complacer, lo cual está muy alejado a la realidad.

Hablamos también un poco de noticias, pero es de mucho pensamiento crítico y luego cosas muy vergonzosas”, y “Estas Morras”, en donde “se busca visibilizar que podemos ser distintas, que podemos ser distintos, que podemos venir de contextos diferentes, pensar diferente, y aún así, ser buenos amigos y buenas amigas, y debatir” explica Carol.

 

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Carolina, amante de la literatura, comparte una frase de la escritora Elena Garro: “Cuando una mujer escribe, muere. Es una sentencia de muerte”.

Para la periodista, esta frase tiene un gran valor, pues México es un país en donde el periodismo es una de las profesiones más peligrosas, y en muchas ocasiones las mujeres han sido silenciadas. A ella le gusta pensar que una persona tiene que dejar de ser lo que dijeron que tenía que ser, muere la persona que te dijeron que serías.

Yo lo interpreto así, quizá Elena lo veía de otra forma, pero esa es la maravilla de las escrituras, que todo mundo lo interpretamos distinto”, comparte Carol.

A mí me gusta llevarlo a esta metáfora mucho más romántica de morir, muere esta mujer que le dijeron que no podía ser, muere esta mujer que le dijeron que no podía escribir de deportes, muere esta mujer que le dijeron que no podía escribir una nota con datos duros, muere esta mujer que le dijeron que no podía escribir de política”, añadió.

Gran parte de los momentos complicados en la vida periodística de Carolina los vivió en Sinaloa, en donde menciona que nunca fue consciente del peligro en el que estaba.

Creo que fui, he sido muy afortunada, muy bendecida. Digo, no soy tan religiosa, pero en el sentido estricto de la palabra es muy arropada por la vida, entonces nunca me sentí en peligro, lo cual no significa que nunca hubiera estado en peligro”, expresó la periodista con ironía.

Acerca del periodismo en México, durante la entrevista a Carolina Hernández afirmó que es una profesión de riesgo, complicada de hacer, pero necesaria; es vital contar historias y hablar desde diferentes espacios.

Para ella, el trabajo no es sencillo, sin embargo, como en todo, el cambio inicia en cada persona. Este cambio radica en apoyar a los y las periodistas que están haciendo trabajo independiente, para no replicar discursos de odio que nacen en el poder y violentan a la gente que se dedica a esa profesión.

Entendamos que están, estamos, pero hay otros en posiciones mucho más visibles, exponiéndose todos los días para contarte una historia, para ayudarte a entender algo, para hacer un mejor país, una mejor sociedad, entonces también seamos corresponsables, hagámonos cargo también nosotros de eso, y creo que eso sería una gran forma de apoyar”, mencionó.

Por otra parte, el periodista Javier Valdez se ha convertido en un representante e ícono del periodismo, a pesar de haber sido asesinado. Su importancia vive en cada uno de nosotros por lo que ha dejado a la profesión y al país: visibilización.

Para Carolina, Javier fue un mentor y gran amigo que la ayudó de muchas maneras, y cree firmemente que Javier colaboró en exponer la violencia que se vive en el periodismo; puso en la vista de las personas la impunidad que existe y lo desprotegidos que están los y las periodistas.

Al final de cuentas sirve mucho porque tomamos una bandera y visibilizamos un problema que sucede a muchos otros periodistas, creo que el que todos los días estemos recordando que como él hay un montón de periodistas que han sido violentados y asesinados, eso le haría feliz”.

 

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Carolina Hernández Solís, una periodista que ha vivido amenazas, menosprecios y violencia. Una periodista a la que en algún momento también se le dijo que no. Una periodista que, a pesar de admitir que ha sido bendecida, ha tenido que lidiar con la brutalidad del país y la dificultad de dar tu opinión en México.

La importancia de conocer su vida y saber su opinión, es concientizar que como ella ha habido muchas más personas, en el sentido en el que la vida periodística siempre estará llena de obstáculos mientras el crimen y la impunidad sigan existiendo.

La entrevista a Carolina Hernández ayuda a visibilizar la importancia de contar historias y el peligro que hay en aquellos que quieren contar la verdad, siendo un primer paso para un periodismo honesto, seguro y libre.

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