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El Sufragio Femenino y El Derecho Al Voto

 

El sufragio femenino en México es uno de los logros más importantes en la lucha por los derechos de las mujeres. Las mexicanas ganaron el derecho al voto en 1953, después de décadas de activismo y esfuerzos por parte de líderes feministas y grupos políticos. El 17 de octubre de ese año, se publicó la reforma al artículo 34 de la Constitución, que reconocía a las mujeres como ciudadanas con pleno derecho a votar y ser votadas en elecciones federales.

Durante la Revolución Mexicana, figuras como Hermila Galindo y Elvia Carrillo Puerto tomaron las riendas del activismo feminista, organizando protestas y escribiendo sobre la necesidad de que las mujeres pudieran votar. Estas primeras activistas fueron precursoras de un movimiento más grande que se gestaría en los siguientes años.

En los años 30, algunos estados progresistas como Yucatán permitieron que las mujeres tuvieran derecho al voto en elecciones locales, aunque el reconocimiento nacional aún estaba lejos de alcanzarse. A nivel federal, el presidente Lázaro Cárdenas intentó impulsar una reforma constitucional en 1937, pero su propuesta quedó en el limbo.

La verdadera transformación llegó a mediados del siglo XX. Las voces de las mujeres se hicieron más fuertes, y las organizaciones feministas presionaron al gobierno para que reconociera sus derechos. Finalmente, en 1953, bajo la presidencia de Adolfo Ruiz Cortines, el Congreso aprobó una reforma constitucional que permitió a las mujeres votar y ser elegidas para cargos públicos. Fue un momento histórico: las mujeres mexicanas no solo podían ahora participar en la elección de sus representantes, sino que también podían postularse para puestos políticos.

En 1955, las mujeres tuvieron derecho al voto por primera vez en unas elecciones federales. Este acto simbolizó un cambio fundamental en la sociedad mexicana, reconociendo oficialmente la igualdad política de las mujeres.

“Elvia Carrillo, Carmen Caballero Camarillo… sufragistas que combatieron, convencieron y nunca se rindieron para conseguir la oportunidad que hoy tenemos”
-Xitlalic Ceja

Hoy, de la mano de la presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priistas, Xitlalic Ceja, las mujeres no solo podemos votar, si no que también tenemos derecho a cubrir el 60% de las candidaturas en el Partido Revolucionario Institucional, continuando con la lucha de toda las las mujeres sufragistas que hoy en día, no solo pueden votar, si no también ser votadas

 

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La representación de las mujeres en puestos de poder actualmente son:
Congreso Federal
: En las Cámaras de Diputados y Senadores, las mujeres ocupan cerca del 50% de los escaños, cumpliendo con las leyes de paridad que exigen la igualdad de género en las candidaturas.

Para la Cámara de Diputados, en 2021, el 49.2% de los escaños estaban ocupados por mujeres, mientras que en el Senado la cifra era del 49.2%.

Parlamentos locales:En los Congresos locales (estatales), la representación femenina también está cercana al 50%, gracias a las normas de paridad de género que se implementan en las candidaturas a nivel estatal.

Gobernadoras: Hasta 2023, nueve mujeres ocupaban la gubernatura en diferentes estados de México, un aumento notable en comparación con décadas anteriores. Esto representa aproximadamente el 28% de los 32 estados del país.

Municipios:En las elecciones municipales de 2021, se eligieron presidentas municipales en más del 23% de los municipios del país, lo que representa un aumento en la participación femenina a nivel local.

Las mujeres en México no solo ejercemos el derecho a votar, sino que también ocupamos lugares clave en la toma de decisiones. Lo que antes fue un sueño lejano y una lucha incansable de generaciones pasadas, hoy es una realidad palpable. Cada elección en la que participamos, ya sea como votantes o candidatas, reescribimos la historia, rompiendo moldes y transformando el país. Ser votadas ya no es una excepción, sino una manifestación del poder y liderazgo femenino, una señal de que las barreras han caído y el futuro político también nos pertenece.

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