Política

Campo de batalla en el debate presidencial

El pasado domingo 19 de mayo, se llevó a cabo el tercer y último debate presidencial, los temas establecidos previos al debate, (Política social, inseguridad y crimen organizado, migración y política exterior, democracia, pluralismo y división de poderes), pasaron de largo entre acusaciones, y en poco tiempo perdería sentido el debate, por lo que se convertiría en una “pelea de niños”.

En primera instancia, encontramos a la oposición, liderada por Xóchitl Gálvez, de la coalición Fuerza y Corazón por México, que desde el inicio del debate no perdió un segundo en acusar y exhibir la mala administración de MORENA y su candidata Claudia Sheinbaum, de la coalición Sigamos Haciendo Historia.

Debate presidencial.

Su principal objetivo fue quitar votos a Claudia Sheinbaum, por lo que evidenció y culpó lo mal hecho durante su administración. Xóchitl prefirió utilizar su tiempo en confrontar a la candidata, en vez de preocuparse por las propuestas establecidas en el debate. No obstante, a medida que el tiempo pasaba, las acusaciones cada vez eran más graves y serias.

Desde acusar a Sheinbaum de mentirosa con un cartel mordaz, referente a pinocho, hasta Mario Delgado, presidente de MORENA, de ser investigado por agencias de seguridad estadounidense por presuntos nexos con el crimen organizado y el huachicol; sin lugar a duda fue un mal tramo para la candidata del partido en el poder.

Sin embargo, mantuvo una postura firme ante todas las acusaciones, aunque no hable bien de su manera de resolverlos. En el debate, la candidata no contaba con carisma, ni buena oratoria para defenderse de las acusaciones, pero se defendió con la expresión de “no caer en provocaciones”.

No conforme, la candidata Sheinbaum a diferencia de Xóchitl, dio respuesta a los rubros preguntados durante el debate, con su carta fuerte de mantener “resultados” y avances durante su administración como jefa de gobierno de la Ciudad de México, (CDMX), lo interesante es que las cifras y graficas mostradas como referencia no eran de un medio informativo, solamente aparecía el logo de MORENA. Esto pone en duda la credibilidad de la información.

En segunda instancia, Jorge Álvarez Máynez, candidato de Movimiento Ciudadano, dejó en claro su participación en el debate como el único con propuestas y soluciones para México. Su actitud se reflejaba más desgastada y seria, distinta a los debates anteriores, el candidato mostró mayor enfoque en sus respuestas y al igual que las contendientes, mantuvo críticas y acusaciones a ambas, como de sus respectivos partidos.

Si nos remontamos a el primer debate, Jorge Máynez, cuestionó a la candidata Gálvez más que a la exjefa de gobierno, puso en mira su desarrollo de abril a junio, y daría un vistazo a qué tan importante sería su participación como la tercera opción en la contienda electoral.

Para este tercer debate, la evolución de Máynez se pudo notar en las acusaciones moderadas para ambas candidatas, y así evitar etiquetas con base a lo dicho anteriormente.

El debate se lo llevaría el tiempo, y los candidatos pasarían a enviar su mensaje final al público espectador, ya fuese para incitar el voto o dar palabras de esperanza, con el fin de haber sido útiles para conocerlos, reiterando su importancia este 2 de junio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *